Coqueteo con tu cuerpo, con tocar y sin tocar tu desnudez,
abriendo así esos detalles sensibles de tu piel que despiertan
el suave murmullo de tus gemidos, gemidos que están
envueltas de tu voz y que llegan a desnudar mi alma, siendo
así una promesa de placer que dejas en mi ser al dibujar el
contorno que define el deseo de tu intimidad.
Tomo el ángulo de tu deseo que palpita con impaciencia al
desear el deseo de mi cariño, llegando a sentir como se
eriza tu piel al pasar las fronteras tiernas de tus pétalos
enardecidos, conteniendo así entre mis dedos el cálido jugo
de tu intimidad bañada de sensaciones y emociones, la que
guía mis caricias en esa línea que perfila el sublime placer de
tu intimidad.
Y se estremecen mis sentidos al escuchar de tu voz un
gemido insostenible que envuelve todo mi cuerpo al tocar el
punto débil frágil de tu intimidad, infinita perfección de
excitación que siento dentro de ti al formar movimientos
circulares que elevan tu pelvis, es un placer ansioso que va
invadiendo tu sexualidad y que aumenta inevitablemente la
ansiedad de tu deseo.
**Zaira**
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